Llamada a una semana de “jihad” espiritual, mediante el ayuno, la oración y la sakina (paz del alma inspirada por Dios), a favor de la reconciliación entre los hijos de Siria nuestra madre, en el monasterio de Der Mar Musa el Habashi. Montaña de Nebek, del Viernes 23 al viernes 30 de septiembre.
El Papa ha dicho a propósito de la situación en Siria, el pasado 7 de Agosto: “Sigo con una viva preocupación los dramáticos y crecientes episodios de violencia en Siria, que han provocado numerosas víctimas y grandes sufrimientos. Invito a los fideles católicos a rezar, para que el esfuerzo por la reconciliación prevalezca sobre la división y el rencor. Renuevo además, una llamada urgente a las autoridades y a la población siria,para que se restablezca lo más rápido posible la coexistencia pacífica y que se responda de manera adecuada a las aspiraciones legítimas de los ciudadanos, en el respecto de su dignidad y por el bien de la estabilidad en la región”
La Comunidad de Mar Musa, en las montañas de Nebek, tiene la intención de consagrar ocho días de ayuno, de oración y de sakina, para suplicar al Dios Altísimo, Padre de misericordias, en favor de la reconciliación entre los ciudadanos sobre la base de una elección común por la no violencia; como único método que pueda garantizar un reforma duradera, sin degenerar hacia una guerra civil y el círculo vicioso de la venganza.
Todos los hermanos y hermanas, ciudadanos, que deseen participar a esta semana bendita en la medida de sus posibilidades, son los bienvenidos. Una simple visita será igualmente muy apreciada. Os llamamos también a comprometeros con nosotros, espiritualmente como intelectualmente, y comunicando por internet.
Esperemos que nuestros hermanos, ciudadanos y amigos de Siria, de todo ideal, nos acompañarán en ésta obra de piedad: ¡Todos nosotros formamos una sola familia! Lloramos todos los mártires, pues son todos nuestros hijos, nuestros hermanos y padres… Si sólo pudiésemos entrar en el corazón de todos los que han derrapado hacia el uso de la violencia, que la justifican con el miedo, con el interés, el deber, la religión o la ideología… Pedimos para Siria el milagro de la reconciliación, amén- milagro que recibimos de Dios, mediante la reorientación de los corazones de los hijos e hijas de esta Patria, los unos hacia los otros. Nuestro país está herido, y las almas están llenas de sentimientos de injusticia, de miedos hacia el “otro”. Cada uno considera al otro como un peligro para su comunidad, como un enemigo del país, y les es difícil de verle como un ser humano igual que él, que merece los mismo derechos y la misma dignidad, incluso si los ha vuelto en sí mismo irreconocibles.
Entre nosotros hay una gran diferencia en la evaluación de los hechos. El extremismo nos lleva donde quiere, anula el espacio de un posible acuerdo nacional en la esfera de la vida social común, y empuja la gente hacia la división, y esto hasta en el interior de una misma casa, de un mismo monasterio…. A final, más o menos, se termina por justificar en cada uno de nosotros la violencia del “campo” al que cree pertenecer.
¿Cómo salir de este torbellino asesino, que deforma la humanidad de todos nosotros? ¿Cómo realizar, a favor de todos, las reformas que algunos quieren de una parte, conservando sin embargo el lado bueno del pasado que otros no quieren perder? ¿Cómo el diálogo puede darse, entre d os partes que se consideran mutualmente como mentirosos, como enemigos de la patria, de la humanidad?
Últimamente hemos intentado formular lo que hemos considerado oportuno, en un artículo titulado “Democracia consensual” (Arabic, English, French, Italian)
Deseamos ahora confiarnos juntos al Dios “Amigo de los hombres”, mediante la suplicación, el “dikhr” (recuerdo del Nombre Divino) y el discernimiento espiritual. Que tenga piedad de nosotros, nos dé su luz, y trace para nosotros el camino de la reconciliación y nos abra la puerta del perdón.
Nos parece que hay puertas para la libertad de expresión y de prensa, que se puede mejorar la ética mediática, al exterior y al interior del país, pues no hay posibilidad de escapar a la mentira, que mediante la variedad de fuentes de información. Hoy es, en efecto, imposible, para el país que sea, de aislarse de la sociedad mundial. Hay que buscar pues, un mínimo de objetividad, mediante la pluralidad mediática mundial, siendo consciente de sus imperfecciones y reaccionando contra ellas si necesario.
La segunda puerta a la que llamamos, es el deseo del hombre de alcanzar un nivel de conciencia que le permita resolver sus conflictos sin violencia, en la mayoría de momentos y de situaciones. Es por esto que rechazamos todo proyecto de intervención armada extranjera, de la misma manera que rechazamos toda escalada terrorista interna y que no podemos aceptar tampoco la utilización de la violencia para reprimir el movimiento pacífico de reivindicación democrática.
Uno de los principios de la Carta de las Naciones Unidas es la prohibición de injerencias en los asuntos internos de un país soberano. Pero consideramos necesario asociarle un principio más, el de la solidaridad mundial a favor del bien de todos los pueblos y de todos los individuos. Rechazamos, en toda conciencia y clarísimamente, la injerencia armada extranjera; pero algunos de nosotros juzgan oportuno, dada la situación del país, que sea organizada una presencia de movimientos pacíficos que vengan de países amigo, para ayudar al pueblo sirio a realizar la reconciliación y la reforma, y evitando el círculo vicioso de la guerra civil y de la venganza.
En consecuencia de todo lo que precede, sugerimos al gobierno siro de invitar el Comité internacional de la Cruz y de la Media Luna Roja, así que a otras organizaciones humanitarias internacionales no partidistas (como el movimiento nacional de scouts, los movimientos gandistas o las organizaciones no gubernamentales de defensa de los derechos humanos) para cooperar con las organizaciones no gubernamentales sirias, para alcanzar tres fines:
-garantizar el carácter pacífico de las manifestaciones
-acompañar los periodistas para cubrir los hechos,
Proveer la mediación permitiendo a las partes en conflicto de comunicar para llegar a la reconciliación y a la paz.
Sugerimos que el logo aquí arriba, dibujado por una niña de Homs, sea impreso sobre camisas blancas que llevarían estos voluntarios pacifistas. Este logo tiene los colores de la bandera siria. Su cuadro rojo representa nuestro amor por una patria indivisible y el verde de las hojas de olivo simboliza la reforma pacífica deseada. Las aceitunas negras son todos nuestros mártires y expresan nuestro compromiso a ocuparnos de sus hijos.
Os llamamos a estos días de ayuno, de oración y de “sakina”, porque una toma de posición tal no se concretiza sin ascetismo, sin la práctica de la separación de todo interés particular que nos se acordaría con el bien general. Serán días de encuentro y de intercambio de ideas, en la calma y el respeto de la dignidad de todo individuo y de sus opiniones.
Pedimos a Dios de otorgar al Presidente de la República y al Gobierno sirio, por amor de la Patrias y en un espíritu de sacrificio y de servicio, la sabiduría y la clarividencia necesarias para atravesar la crisis. Llamamos a todos los responsables en los rangos de la oposición, y sus diversos componentes, a elegir el compromiso a favor de la no violencia, cueste lo que cueste. Llamamos a los ciudadanos sirios, del interior o expatriados, así que a los amigos de Siria, para que cada uno haga su deber en estos momentos difíciles, lejos de toda elección confesionalista o ideológica, ¡No decimos que hay que odiar las apartenencias, si no que todos nos pertenecemos los unos a los otros!
Escrito el 8 de Septiembre 2011, o 10 de Shawwal 1432, fiesta del Nacimiento de María. Madre de la Paz.
La Comunidad de Der Mar Musa el Habashi